KABLOONAS

KABLOONAS
Burial of John Franklin. Author: me

KABLOONAS

Kabloonas is the way in which the Inuit who live in the north part of Canada call those who haven´t their same ascendency.

The first time i read this word was in the book "Fatal Passage" by Ken McGoogan, when, as the result of the conversations between John Rae and some inuit, and trying to find any evidence of the ill-fated Sir John Franklin Expedition, some of then mentioned that they watched how some kabloonas walked to die in the proximities of the river Great Fish.

I wish to publish this blog to order and share all those anecdotes that I´ve been finding in the arctic literature about arctic expeditions. My interest began more than 15 years ago reading a little book of my brother about north and south pole expeditions. I began reading almost all the bibliography about Antarctic expeditions and the superknown expeditions of Scott, Amundsen, Shackleton, etc. After I was captured by the Nansen, Nobile and Engineer Andree. But the most disturbing thing in that little book, full of pictures, was the two pages dedicated to the last Franklin expedition of the S.XIX, on that moment I thought that given the time on which this and others expeditions happened, few or any additional information could be obtained about it. I couldn´t imagine that after those two pages It would be a huge iceberg full of stories, unresolved misteries, anecdotes, etc. I believe that this iceberg, on the contrary than others, would continue growing instead melting.



domingo, 25 de septiembre de 2016

MUERTE EN EL ÁRTICO: LOS NÚMEROS HABLAN

Se ha dicho en varias publicaciones, artículos y libros acerca de la expedición perdida de John Franklin de 1845 que murieron más hombres en las expediciones que trataron de localizarlo que en su propia expedición. Esta es una afirmación ante la cual uno tiene que preguntarse, ¿Será esto posible?

No se puede negar que el ártico ha sido el escenario de un buen número de tragedias desde que europeos y americanos decidieran adentrarse en sus aguas. El norte a veces puede comportarse como un asesino en serie que usa todas las herramientas al alcance de su mano para exterminar a todos los que se aventuran en el, y ya veremos mas adelante que dispone de una amplia variedad de ellas para hacerlo.

Veremos también mas abajo que hubo varias expediciones, algunas que transcurrieron tan pronto como durante el siglo XVI, que desaparecieron en el Ártico conmocionando al mundo a causa de la magnitud del desastre y del misterio que rodearon sus destinos inciertos. Pero ninguna de estas expediciones igualó las cifras de la carnicería sufrida por la expedición de Franklin, la cual, consiguió el dudoso honor de ser la expedición con el mayor número de víctimas de la historia de la exploración polar. Un record que no se ha batido hasta la fecha por ninguna otra expedición posterior.

El record hasta que la expedición de Franklin ocupara el trono, lo mantuvo Hugh Willoughby, quien murió junto con sus cerca de 70 hombres durante el invierno de 1553-54 mientras buscaba un pasaje hacia el este al norte del continente asiático. El llamado pasaje del Noreste. En este caso el misterio fue parcial y rápidamente resuelto cuando durante el siguiente verano fueron encontrados sus barcos con todos los hombres a bordo. Todos estaban muertos, incluyendo el líder de la expedición. De acuerdo con los documentos, parece que todavía estaban vivos y en buenas condiciones en enero de 1554. Los pescadores rusos que encontraron el macabro escenario describieron lo que vieron de la siguiente manera:

"Los hombres estaban congelados en diversas posturas, como estatuas, algunas mientras escribían, con la pluma todavía en la mano, abriendo el cajón, platos, cucharas en la boca, etc. con los perros de abordo en la misma situación."

Como resultado de esta siniestra descripción, la creencia general es que la tripulación podría haberse envenenado por monóxido de carbono, quizás resultado de una mala combustión en un ambiente cerrado poco ventilado. Había suficiente comida en los barcos por lo que la muerte por inanición fue descartada.

Los barcos, el cuerpo de Willoughby y los diarios fueron recuperados por Richard Chancellor, el otro capitán que acompañó a Hugh al principio del fatídico viaje y que se separó de Hugh en un determinado punto. Los barcos de Willoughby naufragaron en Noruega y con ellos se fue al fondo del mar junto con los diarios la posibilidad de solventar el misterio.

Death of Hugh Willoughby
https://en.wikipedia.org/wiki/Hugh_Willoughby
La expedición Danesa de Jens Munk en 1619 tiene la segunda posición en este macabro podium con 61 muertes. Parece ser que gran parte de la tripulación podría haber muerto de Triquinosis en la vecinidad del Cabo Churchill en la bahía de Hudson. Aparentemente habían matado a un oso polar que podría haber tenido la enfermedad y al comer su carne, los hombres habrían caido enfermos uno por uno muriendo de forma irremediable. Algo similar le ocurrió a Salomon Andree en su expedición al Polo Norte de 1897 muchos años después. Munk, que por cierto sobrevivió a la odisea, dijo que sus hombres habían contraído una misteriosa enfermedad que no era escorbuto. Por desgracia, uno de los primeros en morir fue su cirujano, de manera que poco se pudo hacer por aplicar los adecuados cuidados a los enfermos.

Picture from the film "Jens Munk".
http://jensmunk.com/
James Knight es el tercero en la lista. Con 50 muertes, el protagonizó uno de los mayores misterios de la historia sobre expediciones polares. En 1719 comandó una expedición para explorar la bahía de Hudson. Expediciones posteriores, incluyendo la del famoso Samuel Hearne, oyeron los testimonios de los Inuit que contaban la historia de que los barcos de Knight habían naufragado en la costa oeste de la bahía y que las tripulaciones habían tenido que invernar en Marble island. Algunos de los hombres, unos 20, sobrevivieron un primer invierno pero por alguna razón no pudieron escapar o navegar hacia el sur o el este en busca de ayuda en los puestos comerciales de la Hudson Bay Company (HBC). Los testimonios decían que solamente cinco hombres habrían sobrevivido un segundo invierno y que murieron a lo largo de la primavera y verano de 1721. Un capitán de la HBC contó sin embargo una historia ligeramente diferente. En su versión acusaba a los nativos de haber masacrado a los supervivientes del naufragio. John Geiger y Owen Beattie llevaron a cabo una expedición arqueológica en la zona, podéis leerla en su libro Dead Silence. Sin embargo, según creo, no hubo resultados concluyentes que explicasen lo ocurrido.

La cuarta posición en el ranking es para la tercera expedición de Frobisher de 1610, en la cual hubo cerca de 40 muertes. Frobisher había llevado a cabo dos viajes previos, uno en 1576 donde perdió cinco hombres que desertaron del barco y cuyo destino se desconoce (los nativos le dijeron mas tarde a Frobisher que estos hombres habían pasado un invierno con ellos en su poblado y que el verano siguiente partieron hacia Inglaterra en su bote). En la tercera expedición la flota de Frobisher compuesta por 15 barcos fue sacudida por una violenta tormenta que hundió varios barcos.
Martin Frobisher fleet departing from England in 1578
http://www.historymuseum.ca/cmc/exhibitions/hist/frobisher/frshi01e.shtml
Henry Hudson, cuyo nombre fue dado a la inmensa bahía ubicada al este del continente norte americano, es tristemente conocido por haber sido abandonado en la bahía de James, ubicada a su vez en el interior de la bahía de Hudson, en 1611. Hudson, junto con su hijo y otros siete hombres aún leales fueron forzados a ocupar un pequeño bote. Intentaron perseguir su barco durante un tiempo pero al final se hizo evidente que no lo podrían alcanzar. Se enviaron expediciones de rescate el siguiente año para encontrarlo, pero aparte de algunas pistas no muy claras, no se encontró ni rastro de ellos. Los amotinados tuvieron un encuentro violento con los nativos en la costa mientras se dirigían hacia el estrecho de la bahía.

Henry Hudson abandonment
https://global.britannica.com/biography/Henry-Hudson
Entonces, lo que tenemos aquí es que, si dejamos a un lado la desaparición de James Knight, el resto de tragedias no están directamente relacionadas con las duras condiciones del Ártico, sino con otras circunstancias que nada tienen que ver con el frío, los icebergs, la falta de caza, etc. La siguiente gran tragedia fue la de John Franklin, cuya expedición perdió 129 hombres incluyendo al mismo Franklin.

Es un número enorme de víctimas, el mas grande. Las noticias de la tragedia sobrepasaron las fronteras del Imperio Británico y conmovió al resto del mundo. Por supuesto, hubo otras grandes tragedias y naufragios después del de Franklin pero ninguno relacionado con las expediciones de búsqueda, la de George DeLong, Adolphus Greely, etc.


Entonces, ¿Es cierto que murieron mas hombres en las expediciones de rescate por Franklin que durante su propia expedición? Alcanzar la cifra de 129 significaría un altísimo ratio de bajas para las aproximadamente treinta expediciones que se lanzaron en su búsqueda, teniendo en cuenta que ninguna de ellas llegó a naufragar. Es cierto que algunos  de los barcos de rescate fueron abandonados en el hielo (ya contaré algún día esa historia), pero las tripulaciones fueron rescatadas por otros barcos que se encontraban en la zona y que no estaban atrapados por el hielo.

Si repasamos esas expediciones contaremos alrededor de 37 muertes. No es un número exacto, todavía tengo que leer algunas de las narraciones originales de la época y chequear el dato adecuadamente, pero no creo que sea muy diferente.

El número mas alto de víctimas pertenece a la expedición de Belcher de 1850 en la cual participaron cuatro barcos. Hubo diez muertes. Algunos de estos pobres hombres yacen en el pequeño cementerio ubicado en Dealy island.

Durante la expedición de rescate de James Ross de 1848 murieron siete hombres, casi todos ellos enterrados en Port Leopold. James Saunders en el North Star perdió a otros cuatro hombres cuyos cuerpos descansan en North Star bay. McLure también estuvo cerca de interpretar un papel de protagonista en esta trágica opera, pero milagrosamente escapó solo con cinco víctimas, tres de ellos enterrados en la isla de Banks, donde se hizo algún trabajo arqueológico.

RIchard Collinson perdió otros cinco hombres durante su intento de rescate por el este, pasando por el estrecho de Bering hacia la isla del rey Guillermo, en el corazón del archipielago Ártico Canadiense. Leopold McCLintock perdió otros tres hombres durante su famoso viaje en el Fox, que llegó a encontrar el único documento escrito de la expedición de Franklin y numerosos restos y tumbas pertenecientes a ella. Y finalmente Thomas Moore y Horatio Austin perdieron a un hombre cada uno de ellos.

De todas estas muertes, un buen número de ellas, son debidas al escorbuto y a la tuberculosis, las menos, debidas a accidentes como caídas, ahogamientos o a causa del frio. Un día de estos, no sé cuando, publicaré el listado con los nombres de todos estos hombres con la fecha, lugar y causa de la muerte. Será un buen homenaje para todos ellos. También merecen ser recordados, tanto como los tres famosos marineros de la expedición de Franklin que fueron encontrados y desenterrados en Beechey island.

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